El diputado federal Alfonso Ramírez Cuellar sufrió un nuevo revés político luego de que la Cámara de Diputados respaldara a Cuauhtémoc Blanco frente a las acusaciones y los planteamientos de desafuero. A pesar de los esfuerzos de Ramírez Cuellar por debilitar al exgobernador de Morelos, su partido aseguró los votos para protegerlo.
Esta situación no es nueva para el legislador. Ramírez Cuellar ha defendido políticas en nombre de Palacio Nacional y ha emprendido conflictos con otros actores de Morena, como Pedro Haces y Ricardo Monreal, pero rara vez termina en el bando ganador.
La duda sobre su influencia
En San Lázaro comienza a cristalizarse un cuestionamiento: ¿Realmente Ramírez Cuellar tiene línea directa con Claudia Sheinbaum? En privado, el diputado presume de su relación con ella como su principal activo, pero en la práctica, su influencia parece diluirse.
Durante la votación sobre Blanco, la bancada de Morena asegura que nunca llegó la llamada de Presidencia que respaldara las acusaciones de Ramírez Cuellar. A lo largo del día, los múltiples contactos con la cúpula del partido no mostraron instrucción alguna.
Más allá de Blanco: Complicidades y sombras
La polémica reavivó especulaciones sobre la influencia del expresidente Andrés Manuel López Obrador. En Morena es conocido que la incursión de Blanco en la política fue una iniciativa gestada en el entorno presidencial.
El problema de abandonar a Blanco no radicaría únicamente en las denuncias de violencia de género, sino en el riesgo de revelar conexiones más comprometedoras, como sus fotografías con narcotraficantes durante su gestión como gobernador. Paradójicamente, lo que podría ser una debilidad se transforma en fortaleza mediante una red de complicidades.
La retórica consistente de Ramírez Cuellar contrasta con su limitada capacidad para influir en el rumbo de los acontecimientos políticos, configurándose como un actor cada vez más marginal dentro de su propio partido.